Días sin dormir por reflexiones sobre la búsqueda de clientes y el apoyo de nuestros contactos: Esto es un pensamiento personal
Hoy quiero compartir mi experiencia personal sobre lo difícil que es encontrar clientes para mi emprendimiento y expresar mi decepción al darme cuenta de cómo nuestra naturaleza egoísta puede manifestarse cuando necesitamos ayuda.
A lo largo de mi camino como emprendedor, he tenido que enfrentar innumerables desafíos en la búsqueda de clientes y luchar por hacer realidad mis sueños. Sin embargo, lo que más me ha impactado es la ausencia de apoyo por parte de aquellos que pensaba que estarían a mi lado.
He brindado mi apoyo sin esperar nada a cambio a desconocidos que eran amigos de amigos, así como a conocidos, amigos y familiares que necesitaban un impulso para sus negocios o emprendimientos. He invertido mi tiempo, incluyendo noches enteras sin dormir, conocimientos y recursos personales, como dinero y trabajos altamente valorados, para ayudarles a alcanzar sus metas. Sin embargo, cuando llega el momento en el que necesito ayuda, no veo reflejada la misma actitud y disposición que he tenido.
Es decepcionante darse cuenta de que aquellos a quienes he apoyado no muestran la misma generosidad cuando yo necesito su apoyo, ayuda, o incluso que le hablen de mi a sus contactos para que conozcan mi proyecto. Siempre he creído que debemos hacer las cosas sin esperar nada a cambio, pero también es importante reconocer y valorar cuando una persona está siempre dispuesta a ayudar. Ahora que necesito clientes, y que los comercios conozcan mi producto y servicios, no veo reflejada esa misma actitud y disposición que he demostrado anteriormente, a pesar de que solo les pido que hablen de mi proyecto, y además no cuesta dinero.
Es verdad que, en ocasiones, alguien puede pedir un favor y la persona que lo realiza dice que no es necesario pagarle nada. Sin embargo, personalmente creo firmemente que el tiempo, el esfuerzo y el trabajo de alguien siempre deben ser recompensados y valorados de alguna forma. Cuando pido algún favor a alguien, me gusta poder pagar por ello, reconociendo así el esfuerzo y el valor de lo que han hecho por mí.
Vivimos en un mundo donde la competencia es feroz y la distinción económica se hace más evidente cada día. Es comprensible que cada uno luche por su propio bienestar y éxito, pero ¿dónde queda la solidaridad y el apoyo cuando más lo necesitamos?
No estoy aquí para señalar, culpar a nadie o generar resentimiento, sino para compartir mi experiencia. Si deseamos construir un entorno donde todos tengamos la oportunidad de crecer y prosperar juntos, debemos recordar que el apoyo mutuo es fundamental.
Emprender es un camino solitario, pero no significa que debamos enfrentarlo sin el apoyo y la colaboración de aquellos que nos rodean y a quienes hemos ayudado en el pasado.
